0Colegios “Buque insignia” con la intención de cambiar la educación desde las raíces. Así es el programa de Microsoft de colegios y Chile tendrá uno de ellos en Colina.
Sillas y mesas, un profesor, pizarra y contenido… Esa es la descripción de cualquier sala de clases actual, o… de hace más de 100 años atrás.
Si bien la Pandemia nos arrojó de golpe a buscar alternativas tecnológicas para seguir educando en tiempos de confinamiento, la verdad es que el concepto de clases no ha variado mucho y la innovación pedagógica es bastante más que una buena conexión. Gran parte de los colegios saben esto. No obstante, como país seguimos al debe en la educación para el siglo XXI, que incluye capacidad de pensamiento crítico, flexibilidad, uso de tecnologías, creatividad e innovación, entre otros.
Dentro del gran espectro de proyectos educativos que encontramos en el país, hay algunos que están intentando re-pensar la educación con ese enfoque. Lo más novedoso hoy, es la colaboración de grandes empresas tecnológicas, como es el caso de los Flagship School, o “buques insignia”, con Microsoft, que se lanzó en 2018 con alianza con 17 colegios alrededor del mundo, en lugares tan disímiles como Egipto, Finlandia y Estados Unidos.
Según el sitio web goombook.com (https://www.goombook.com/microsoft-education/), “el programa Flagship School de Microsoft propone transformar la educación desde cero y conseguir la mejor escuela posible. Para ello, las escuelas trabajarán juntas con la empresa en construir un proyecto a largo plazo que cuenta con la colaboración de expertos en tecnología y académicos. El rol de Microsoft en este programa es precisamente colaborar con los centros como facilitador, desde guiar el nuevo diseño a ayudar a los docentes con las nuevas tecnologías”, se señala en la web.
Estos colegios insignia tienen tres grandes premisas: Aprendizaje y enseñanza moderna; entornos inteligentes y espacios de aprendizajes flexibles; y programa tecnológico. La idea es proveer un ambiente de aprendizaje que dé a los estudiantes las competencias y oportunidades que necesitan para inspirarse y sentirse creadores de su mundo futuro. En esa línea, el trabajo conjunto con Microsoft Education permite, por ejemplo, que los profesores tengan más de 100 horas de capacitación relacionada a tecnología, o que la compañía global incida en la propia arquitectura y diseño del colegio, tomando en cuenta todos los aprendizajes obtenidos en su conocida casa matriz.
Pioneros
En Chile, una nota en DF Más – de Diario Financiero – anticipó a comienzos de este año la apertura del primer colegio de este tipo en Chile. Pioneros, en Colina, abrirá en 2022 y será parte de la red que ya incluye 21 instituciones educacionales que son apoyadas por la empresa a nivel mundial, ubicadas en Estados Unidos, Polonia, Egipto, Grecia, Argentina, Escocia, Malasia, Australia, Alemania, Finlandia, China, Malta, Austria y Emiratos Árabes Unidos.
Ubicado en Chicureo, donde ya existe una gran oferta de establecimientos educacionales, el Colegio Pioneros tendrá una capacidad de 900 estudiantes- que podrán ir con ropa de calle-, en 5,2 hectáreas. Humedales, canchas deportivas, huertas y senderos para trekking serán parte de sus instalaciones.
La tecnología será un gran apoyo para la gestión del colegio y de los estudiantes, pero no será lo más importante. “La tecnología ayuda mucho al levantamiento de datos y a la inteligencia artificial, pero más importante que eso es el tutor. Por lo tanto, es clave prepararlo bien. Los alumnos no estarán todo el día pegados en una pantalla. No es la idea”, explicó al DF+ José Miguel Ossa, rector del Colegio Pioneros.
La metodología, explican en su sitio web, se basa en el ‘aprendizaje adaptativo’, un concepto que permite que los alumnos aprendan ‘a su propio ritmo y con una guía personalizada’. Además, el colegio es bilingüe, con orientación católica y con un modelo de ‘anti bullying’.
La directora ejecutiva del establecimiento, Isabel Ibáñez, lo resume en la nota de Diario Financiero, de esta forma: tendrán un horario flexible, no habrá salas de clases, ni cursos tradicionales. Además, todos los estudiantes tendrán un horario específico para leer las cosas que ellos quieran. Existirá la figura de un tutor, que analizará el progreso del alumno tres veces al día. Las tardes estarán destinadas a las ‘pasiones’. Esto significa que si el estudiante está al día con su progreso académico se podrá dedicar a hacer deporte o a un proyecto extraprogramático.
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