Con tan solo 19 años de historia, la institución se posiciona en el primer lugar entre los colegios subvencionados de Chile. Este establecimiento, que tiene más de mil alumnos, tras concretar una alianza con el Preuniversitario Pedro de Valdivia, logró situarse en el puesto 75 del ranking de puntajes en la Prueba de Transición 2020.
El Colegio Los Cipreses se ubica en la comuna de Doñihue a 16 kilómetros de Rancagua. Esta institución nace como una iniciativa del grupo Agrosuper, con la motivación de entregar educación de excelencia a familias que no podían pagar por ella. Hoy en día, es uno de los seis colegios de la Sexta Región mejor ranqueado.
Con amplias áreas verdes y una infraestructura de calidad, este colegio comenzó siendo un establecimiento para niños de Pre-kínder hasta Tercero Básico. A medida que pasaba el tiempo, se fue agrandando hasta llegar a Cuarto Medio con dos cursos por nivel, uno de mujeres y otro de hombres, que se mezclan en los electivos. La primera promoción en egresar fue el año 2011.
El actual rector, Edmundo Urtubia, quien lleva casi 13 años en el cargo, recuerda ese momento como si fuera ayer. “La primera generación promedió en la Prueba de Selección de ese entonces 580 puntos, posicionándose como el número 26 de la región”, rememora. Sin embargo, el 11 de febrero recién pasado, Urtubia recibe la noticia de que el colegio que dirige, logró ubicarse dentro de los 100 mejores a nivel nacional. “Esto se debe al orden y organización de la institución. Pero sobre todo, al trabajo en equipo y a la constancia. El buen trabajo no se puede improvisar en un año. La cultura interna es exigente, y eso algunos lo consideran como un defecto. Nosotros aspiramos a la excelencia”, enfatiza el rector.
Urtubia destaca la importancia de instalar una comunidad que integre a profesores, padres, alumnos, auxiliares y que todos apunten al mismo objetivo. “No sirve de nada tener académicos de primer nivel, si no hay interés de los padres por querer que sus hijos mejoren el rendimiento”, sostiene.
Alianza con el Preuniversitario Pedro de Valdivia
Si bien hay alumnos y apoderados, que se quejan por la carga de tareas, el rector explica que la formación y la cultura académica del colegio es así. “Queremos que nuestros alumnos aspiren y logren ser profesionales. El 90% de nuestros estudiantes tienen claro la profesión que quieren seguir”, señala.
De hecho, cuenta que la Junaeb cada año realiza una encuesta a los padres y una de las preguntas se refiere a qué va a estar haciendo su hijo una vez que egrese de cuarto medio. Urtubia revela que hace cuatro años las respuestas estaban divididas entre trabajando y estudiando, pero que actualmente el 100% responden que estarán estudiando.
El director comenta que llegaron al Preuniversitario Pedro de Valdivia, sede de Rancagua, para cubrir esa necesidad. Conocían el prestigio de la institución y sabían que ahí podían encontrar docentes que se ajustaran a su cultura académica. La alianza nace en la segunda mitad del año 2019 para apoyar a sus alumnos, específicamente, en la asignatura de Lenguaje. “Decidimos entregarles la preparación de esta prueba, ya que pensamos que lo mejor es optar por una institución que se especialice en esto”, sostiene.
La experiencia fue un éxito rotundo y un año después, el 2020, optaron nuevamente por elegir sus servicios, pero esta vez para la preparación de Matemática y Lenguaje. La pandemia escaló y provocó que las clases se realizaran por primera vez en la historia de forma remota.
Gonzalo Silva, ex alumno de Los Cipreses, y que ahora cursa primer año de Ingeniería Civil en la Universidad Católica, cuenta que hasta el momento su experiencia universitaria ha sido tal como se la imaginaba: exigente y con dificultades para comprender ciertas cosas. En la Prueba de Transición fue uno de los mejores puntajes de su generación. Obtuvo 750 en Matemáticas, 733 en Lenguaje y 688 en Ciencias. Es una de las primeras promociones en vivir la fusión entre el colegio y el Preuniversitario.
Gonzalo recuerda, que una vez finalizada la jornada escolar, comenzaban los talleres para la preparación de la Prueba de Transición. “Es una buena iniciativa para aquellos que no pueden costear un preuniversitario. El colegio nos dio la oportunidad de tener profesores de alto nivel, que además de enseñar, se encargan de crear lazos con el curso y estar atentos a los avances de cada uno”, señala.
El pasado 8 de marzo, el Colegio Los Cipreses comenzó con las clases presenciales, luego de casi un año de clases online. El 50% de los apoderados estaban conformes del regreso, sin embargo, el avance de la pandemia provocó que la situación diera un vuelco. De todas formas, aunque los alumnos no estén de manera presencial, el establecimiento se ha adecuado para mantener la exigencia, que es su esencia. “El día que abandonemos esta práctica, el colegio va a dejar de ser el que es”, concluye el director.
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