En junio de 2011 el Ministerio de Educación de Chile, junto con el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas, llamaron a una licitación para evaluar la calidad de la batería completa de pruebas de la PSU. Como resultado, se seleccionó a la insitución internacional Pearson para efectuar el estudio que abarcaría diversos aspectos de las pruebas, desde su construcción hasta un análisis de validez.
Con esta evaluación se buscaba dar múltiples perspectivas a las propiedades y usos de la PSU, y con éstas, entregar información adicional a los tomadores de decisiones para llevar a cabo la planificación, ejecución y control de las mejoras de la prueba. En el año 2013, Pearson hizo entrega de los resultados de su evaluación y las conclusión resuenan hasta el día de hoy.
El informe no es explícito al decir si la PSU es un buen o mal instrumento de evaluación, ni qué alternativa sería mejor para seleccionar estudiantes a la universidad. Pero sí habla sobre sus defectos y virtudes. Entre sus conclusiones, se destacó que la construcción de algunas preguntas evidencian algún tipo de sesgo, por ejemplo, de género. Asimismo, la brecha entre grupos socioeconómicos de la PSU es más alta que lo observado internacionalmente. También se reveló que si bien la PSU logra predecir el desempeño posterior de los estudiantes en la universidad, esta predicción es menor a lo informado internacionalmente.
Junto con esto, se estableció que la prueba perjudica a estudiantes de establecimientos Técnico-Profesionales, así como también que el nivel de ajuste respecto del currículo es bajo y que los procedimientos para calcular los puntajes son demasiado simples.
Dentro de los aspectos positivos, se plantea que la PSU es una prueba perfectible, es decir no se trata de un objeto antojadizo ni flojo en la búsqueda de sus objetivos. Para esto, entre las recomendaciones, Pearson sugiere que de quien dependa la PSU, hasta el momento el DEMRE, se apoye en investigadores externos para diseñar la prueba. También se sugiere separar la prueba de Ciencias y mejorar la forma de entrega de los resultados, entre otras cosas.
Si bien al día de hoy se han realizado algunas modificaciones que permitan corregir las observaciones realizadas por el informe Pearson, se sigue trabajando en mejorar el Sistema de Acceso a la Educación Superior. El Comité Técnico de Acceso Universitario deberá elaborar una propuesta que apunte a modernizar el sistema de selección considerando las recomendaciones elaboradas tanto en el Informe Pearson, como en otros estudios relacionados al tema.
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