De acuerdo a diferentes estudios internacionales, en los próximos veinte años la automatización debido a los cambios tecnológicos, transformará y reemplazará más de 9.8 millones de empleo. De hecho, se cree que la mayoría de los trabajos en los que se desarrollarán las futuras generaciones, aún no existen. Sin embargo eso no significa que los jóvenes no puedan comenzar a prepararse para enfrentar el futuro.
Debido a los importantes cambios que han traído las nuevas tecnologías, las habilidades para desarrollarse en el mundo también han cambiado. Es por esto que expertos en educación ya están hablando de las nuevas habilidades que deben desarrollar los jóvenes, las que más se destacan son: resolución de problemas, toma de decisiones, pensamiento crítico y creativo, trabajo en equipo y comunicación.
Alonso Morgado, Director General del Preuniversitario Pedro de Valdivia, plantea que “el mundo va rápidamente hacia una educación más tecnologizada, pero además tiene que ir hacia una educación más humana. Entendiendo que la educación no es solo transferencia de conocimientos, que también es formación de hábitos, desarrollo de habilidades y competencias”.
Morgado plantea que las grandes corrientes pedagógicas, respaldadas por la Unesco, plantean que la educación requiere que haya más humanización, “más trabajo colaborativo, más énfasis en el pensamiento crítico, en la innovación y la comunicación”, dice el Director General de PDV.
En un estudio realizado por la Unesco llamado El Futuro del aprendizaje 2 ¿Qué tipo de aprendizaje se necesita en el siglo XXI?, se plantea que “a raíz de la creciente preocupación sobre las posibles crisis económicas y mundiales futuras, se plantea la cuestión de saber si las y los estudiantes de hoy en día cuentan con la combinación de pensamiento crítico, creatividad y habilidades de colaboración y de comunicación que resulta necesaria para lidiar con las nuevas situaciones inesperadas que afrontarán”.
A lo que también, la investigación agrega que se ha logrado dar cuenta de que para el futuro “se destaca la importancia que revisten para el mundo laboral del siglo XXI las competencias personales, como la capacidad de iniciativa, la resiliencia, la responsabilidad, la asunción de riesgos y la creatividad; las competencias sociales, como el trabajo en equipo, el trabajo en red, la empatía y la compasión; y las competencias de aprendizaje, como la gestión, la organización, las capacidades meta-cognitivas y la habilidad de convertir las dificultades en oportunidades”.
En esa línea, Preuniversitario Pedro de Valdivia busca ir creciendo e ir ayudando a sus estudiantes para que cada uno logre sus objetivos. “Nosotros nos enfocamos en que la educación no sea solo transferencia de conocimientos, sino que sea mucho más: el desarrollo de las persona, la creación de hábitos, creación de habilidades blandas, creación de competencias, metodología de resolución y aspectos procedimentales”, asegura Alonso Morgado.
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