0En carreras de áreas de la salud y educación predominan las alumnas, mientras que los hombres lo hacen en las ingenierías y matemáticas. De hecho, en estos campos, casi no ha habido cambios en el último lustro.
La brecha de género en la educación siempre ha sido una preocupación de expertos y autoridades. En ese contexto, el Servicio de Información de Educación Superior (SIES) del Mineduc hizo un análisis sobre la participación que hubo el año pasado entre hombres y mujeres en el nivel terciario.
De manera general, hay 1.294.739 inscritos en la educación superior, de los cuales 701.190 son mujeres (54,2%) y 593.544 hombres (45,8%). Esto implica una brecha ‘positiva’ a favor de las mujeres de 8,4 puntos. Hace cinco años, esa diferencia fue de 5,3 puntos, mientras que en 2007 fue de 0,8, pero a favor de los hombres.
En tanto, el año pasado los nuevos matriculados fueron 193 mil mujeres (54,4%) y 161 mil hombres (45,6%), lo que implica una brecha de 8,8 puntos a favor de las alumnas. Hace una década, la diferencia era de 2,5 puntos.
La académica de la U. de Chile y consultora de la Cepal, Carolina Muñoz Rojas, destaca las cifras, pues evidencian que ‘se han superado muchas barreras de acceso a la educación superior para las mujeres, las que cuentan con una ‘aparente ventaja’, lo que podría leerse como una mayor igualdad de género’.
Pero acota que la ventaja es ‘aparente’, ya que persiste la segregación por género según áreas del conocimiento, donde las mujeres se concentran en sectores tradicionales como salud y educación, en desmedro de carreras de ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas, donde sigue existiendo un predominio masculino’.
En qué se matriculan
Al analizar las matrículas de primer año por área de conocimiento, la mayor presencia femenina se da en las carreras de la salud y educación. De hecho, en Técnico en Enfermería la brecha es de 64,2 puntos a favor de las mujeres y en Enfermería es de 61,8 puntos.
En tanto, la brecha en Técnico Asistente del Educador de Párvulos es de 99,4 puntos y en Técnico Asistente del Educador Diferencial, 93,8.
En el otro extremo, en el área de Tecnología, la presencia es sobre todo masculina: hubo 69.004 alumnos de primer año (82,8% de la matrícula) versus 14.377 mujeres (17,2%). Esto habla de una brecha de 65,5 puntos, la cual se ha mantenido prácticamente estable desde 2017, y que incluso alcanzó su punto más bajo (50 puntos) en 2013.
En detalle, las brechas de género negativas se dan más fuertemente en Ingeniería en Computación e Informática (-76,4 puntos), Técnico en Computación e Informática (-73,7) y Técnico en Construcción y Obras Civiles (-67,9). ‘Esto representa un gran desafío para incentivar que cada vez sean más las mujeres que encuentren en esa área su ámbito de desarrollo’, dice Poblete.
Por su parte, Muñoz advierte que ‘se requiere también analizar por qué cobra mayor importancia la brecha de género en Ciencias y Tecnología con una menor participación de mujeres, respecto a las brechas de género en Pedagogía, donde se observa una menor participación de varones. Ambos datos dan cuenta de las relaciones desiguales de género y requieren políticas educativas con perspectiva de género, que reviertan la desigualdad y equilibren la participación de mujeres y hombres en todos los campos, así como la valoración social de las carreras vinculadas a las mujeres’.
Desempeño
Las cifras del SIES demuestran, además, que las mujeres se demoran menos en obtener su título: tienen una tasa de sobreduración de carrera de 27,5%, mientras que ellos demoran un 35,9% más.
‘Las mujeres tienen indicadores favorables en las tasas de aprobación en carreras regulares de pregrado y en todos los tipos de instituciones, así como un mayor porcentaje en las tasas de titulación. No obstante, la inserción y permanencia de ellas en el empleo no es igual de favorable, persistiendo una menor participación laboral, mayores niveles de desempleo y menores remuneraciones, lo que se ha agudizado en la pandemia’, critica Muñoz.
Fuente: El Mercurio, 11/02/2022.
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