Se trata de una iniciativa de Fundación Súmate del Hogar de Cristo, del Centro de Investigación para la Educación Inclusiva de la PUCV, del Centro Justicia Educacional de la Universidad Católica, del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile y del Departamento de Política Educativa y Desarrollo Escolar de la Facultad de Educación de la Universidad Alberto Hurtado, todas instituciones preocupadas por las trayectorias educativas y aprendizajes efectivos de niñas, niños y jóvenes sin importar su condición de origen o situación social y económica.
“En Chile, si bien existen programas que atienden la exclusión escolar, aún no tenemos una política integral que permita atender los distintos elementos que son sociales y educacionales y que están detrás de la interrupción de estas trayectorias educativas. Las instituciones que formamos el Observatorio buscamos poder aportar en ese sentido”, indica la directora del CIAE del Instituto de Estudios Avanzados en Educación, Alejandra Mizala.
“La pandemia nos ha mostrado la deuda que tenemos con los niños, niñas y jóvenes que tienen trayectorias frágiles y/o que están fuera del sistema escolar. Esto lo vemos porque las y los estudiantes no tenían vínculos con sus escuelas y con el cierre de las mismas. Esos vínculos hoy terminaron de cortarse”, explica Liliana Cortés, directora ejecutiva de Fundación Súmate y vocera del Observatorio por las Trayectorias Educativas.
Para efectos de esta iniciativa, que busca además visibilizar este problema en el debate público, las cinco instituciones concluyen en un documento cuáles son los 10 factores principales que conllevan a la exclusión escolar. Entre ellos, figuran situaciones como que el 62,5% de niños, niñas y jóvenes que abandonan el sistema escolar pertenecen al 40% de la población con menores ingresos, o que un 11% de las y los estudiantes de primero medio no logra avanzar de nivel educativo, porque no se logran adaptar a la transición, por nombrar algunos motivos. También se cuentan el ausentismo frecuente a clases, la repitencia escolar, el rezago escolar y la variable de género, todas circunstancias que desencadenan que niños, niñas y jóvenes se vean en la situación de dejar de asistir a clases. A esto se suma la situación actual en pandemia. De acuerdo a cifras del MINEDUC, 40 mil niños, niñas y jóvenes que debieran permanecer en el sistema educativo formal no se matricularon en ningún establecimiento este año.
“Este Observatorio busca ayudar a fortalecer la conceptualización que tenemos acerca de las trayectorias educativas y sus implicancias. Pretendemos ayudar, primero, poniendo a disposición datos e información de distintos sistemas de monitoreo que existen a nivel país, algunos de ellos desde el propio sistema de gobierno (como el actual sistema Sistema de Alerta Temprana, SAT) y otros, a través de estudios de los centros de investigación que participan del Observatorio. Segundo, queremos colaborar a través de la interpretación y el apoyo a las políticas públicas de estos mismos datos. Y tercero, dando apoyo a las campañas de sensibilización respecto de la función social que a todos les corresponde en promover un sistema educativo más inclusivo, más orientado a permitir la diversidad de niños, niñas y jóvenes que habitan en este país”, señala Verónica López, vocera del Observatorio por las Trayectorias Educativas.
Visitar sitio del Observatorio por las Trayectorias Educativas.
Fuente: CIAE Universidad de Chile
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