La primera encuesta nacional sobre ciberacoso realizada en pandemia, reveló que el 49% de los jóvenes entre 15 a 29 años declaró haber sufrido bullying a través de las diferentes redes sociales.
Las cifras son alarmantes. El Ministerio de Secretaría General de Gobierno (Segegob) junto a la Fundación Katty Summer realizaron un estudio de Ciberacoso y Salud Mental sobre los jóvenes chilenos de entre 15 a 29 años y el 49% indicó haber sufrido bullying en plataformas online durante los últimos tres meses. No solo eso, además, un 44% de los estudiantes encuestados asumió haber tenido síntomas depresivos mayores, debido al acoso virtual.
“Me hicieron ciberbullying en tercero medio. Uno pensaría que a cierta edad paran, pero no. Me llegaban mensajes de gente que no conocía con rumores sobre un supuesto embarazo y decían que tenía bulimia. Sentí angustia, pena, rabia y sobre todo vergüenza”, cuenta Francisca Guajardo al recordar los episodios que sufrió durante su etapa escolar. Relata que comenzó como un juego, sin embargo, la situación escaló a tal punto que gente de otros colegios le empezaron a escribir de forma ofensiva. El grupo que ella consideraba que eran sus amigas, la empezaron a evitar. Descubrió que existían grupos de Facebook en los que hablaban de ella. Tuvo la valentía de contar y denunciar en su colegio lo que sucedía, pero la única medida que implementaron fue cerrarle el semestre.
Situaciones como estas se ven de manera cotidiana dentro de las comunidades escolares. Actualmente con las clases online originadas por la pandemia, los niños y jóvenes quedaron expuestos a pasar gran parte del día conectados a plataformas digitales. Por lo que los tiempos de exposición a la pantalla, y a los contenidos que allí se pueden encontrar, se amplificaron. “Si esta cifra la transformamos en números cercanos, aproximadamente uno de cada dos alumnos ha vivido situaciones de ciberacoso. Casi la mitad”, expresa Emmanuel Pacheco, cofundador de la Fundación Katty Summer, organización que lanzó el estudio para promover la salud mental de los jóvenes.
De acuerdo con la definición de la misma Fundación, el ciberacoso o acoso virtual, se entiende como la utilización de medios digitales para molestar, agredir o acosar a alguien mediante ataques personales, divulgación de información confidencial o falsa, provocando humillación y vergüenza. En cuanto a las emociones que generan estos hechos, las víctimas mencionan la ansiedad (48%) y angustia (41%). Además, un 27% admite que su reacción ante hechos de violencia fue “hacerse daño”, lo que sube al 47% en los jóvenes entre 15 y 19 años.
Fomentar protocolos de convivencia.
Una de las medidas que se pueden llevar a cabo para evitar esta forma de agresión es empoderar a los testigos. Según Pacheco, las víctimas de ciberacoso no suelen pedir ayuda a terceros, por lo general viven estos trances en soledad. “En los colegios se debe sacar la voz a los testigos que han visto o escuchado que un compañero es acosado por otro”. De hecho un 75% de los encuestados declara haber sido testigo de alguna escena de violencia. Además, Pacheco explica que otra forma para evitar este tipo de agresiones, es que los profesores estén atentos a los alumnos que no prenden la cámara en las clases online. “Hay veces que no muestran las caras por miedo, ya que están viviendo un contexto de ciberacoso. Es importante identificarlos e intentar tener conversaciones uno a uno con esos estudiantes”, señala.
Pacheco alienta a que los colegios implementen charlas y conversaciones, donde todos los estudiantes se sientan identificados con los relatores. “Los jóvenes que ejercen violencia, es porque están viviendo violencia. Hay que educarlos y estar atentos a patrones que puedan generar que un joven genere bullying, porque se puede violentar a sí mismo o a terceros”, sostiene.
Una de las organizaciones que pone énfasis en la preocupación por el bienestar de los compañeros, es Ciber Aprende. “Abordamos el ciberbullying desde una parte socioemocional, trabajamos específicamente con las frustraciones y la autoestima. Hay una postura de la imagen que es muy importante en las RRSS. La frustración tiene que ver con la aprobación de esa imagen, por lo que son dos emociones que caracterizan mucho al ciberbullying”, expresa Exequiel Silva, fundador de esta institución, que tiene el objetivo de promover el uso responsable de la tecnología en las comunidades educativas.
De acuerdo con la ley vigente, cada colegio debe contar con protocolos contra el ciberbullying. Tener psicólogos y un equipo especializado que se encargue de promover la buena convivencia de la escuela. Sin embargo, hay veces que se duda de su funcionalidad. Según refiere Silva, los protocolos escolares deben ir de la mano de planes de convivencia y acciones contra el maltrato escolar. “Realizamos charlas y videos que muestran diferentes formas de bullying, para así educarlo y atacar. Lo que queremos es desnaturalizar esa forma de burla. Así los alumnos entienden lo que comparten, empatizan y analizan las consecuencias que estas pueden traer”, explica.
Cómo identificar bullying del conflicto.
Según Silva, en los colegios se trabaja el conflicto y la violencia escolar, pero ambas son diferentes. “El conflicto es un desacuerdo entre dos partes, que se puede resolver a través de las tres herramientas que propone el Ministerio de Educación, que son negociación, mediación y arbitraje. En cambio, en la violencia escolar existe una asimetría de autoridad que es prolongada en el tiempo, no hay dos partes en desacuerdo, sino que solo una parte”, señala el experto.
Sin duda que detectar esos hábitos es complejo, pero es importante contar con protocolos para que alerten cualquier tipo de escenario que llame a la violencia. Actualmente la PDI habilitó el número +56 9 3459 9762 para denunciar estas situaciones. También se pueden realizar a través de la comunidad escolar o en fundaciones, como la de Katy Summer.
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