En 2016 se sabía que, por la nueva Carrera Docente y la necesidad de contar con mejores profesores, desde el año siguiente se exigirían 500 puntos de promedio en la PSU para ingresar a las pedagogías. Se sabía también que la vara seguiría subiendo, a 525 puntos en 2020 y 550 en 2023.
Sin embargo, el plan cambió. Una modificación legal hecha a través del reajuste al sector público —ya aprobado— permitirá aplazar estos requisitos, a 2023 y 2026 respectivamente. ¿Por qué? La preocupación por las matrículas y un eventual déficit de docentes se instalaron entre las autoridades y los expertos.
El Mineduc estimó que en 2020 la cantidad de alumnos en primer año podría caer en un 12% y un estudio de Acción Educar, en tanto, analizó que ciertas regiones podrían ver mermas de hasta 22% en el ingreso a estos programas. El futuro que proyectó el análisis no era auspicioso: entre 2020 y 2023, si los plazos se mantenían, las privadas que no son parte del Consejo de Rectores (CRUCh) podrían ver una caída de hasta un 40%.
Tiempo de medidas
En noviembre, el ministerio convocó a una mesa de trabajo para potenciar la atracción a las pedagogías, en la que participan rectores, decanos y expertos. La primera decisión unánime de la instancia fue que era necesario postergar las nuevas exigencias.
¿Por qué no se pudieron cumplir los plazos? La fundadora de Elige Educar, Verónica Cabezas, cree que cuando se fijaron aún no se tenía información suficiente. ‘Probablemente un análisis tan desagregado y tan meticuloso, como los estudios que han aparecido tanto de Elige Educar como de otras organizaciones, no existían en ese minuto y ahora contamos con ellos’, dice.
La vocera de los decanos de Educación del CRUCh, Lorena Medina, sostiene que se habrían fijado ‘metas a un plazo corto, que no permite realmente un trabajo de mejora al interior de las universidades y también un plan más integral de apoyo’.
La también decana de la UC enfatiza la importancia de conseguir un cambio cultural, algo que, a su juicio, aún no está totalmente logrado. ‘Se dice lo bueno y potente que es ser profesor, pero, por otro lado, ‘ojalá que mis hijos no lo estudien’. Hay un doble discurso que ha ido disminuyendo, pero aún está’, apunta.
Las expertas coinciden en que se debe plantear la profesión docente como una trayectoria profesional atractiva en su totalidad, más allá de apuntar en focos aislados como lograr que los jóvenes entren a estas carreras.
Revisar Requisitos de Admisión a Pedagogía
Fuente: El Mercurio, 20/12/2019.
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