Desde la construcción de una ciclovía hasta antigüos rituales culturales de la Patagonia. Estas son las nuevas formas de recibir a los novatos en su primer año de universidad.
Cada año, durante el mes de marzo, no es una sorpresa encontrarse en las calles con estudiantes víctimas de la clásica bienvenida a su primer año de universidad. Ropa rasgada, jóvenes cubiertos de harina, pintura y huevo, e incluso pidiendo dinero para recuperar sus pertenencias, son parte del tradicional “mechoneo” universitario.
A comienzos de cada semestre, los novatos temen enfrentarse a este agresivo ritual de bienvenida, que muchas veces termina en burlas, insultos y accidentes.
Este escenario ha generado preocupación entre algunas instituciones educacionales, las cuales han planteado una bienvenida un poco más amigable para los estudiantes que asisten por primera vez a la universidad.
En la Universidad de Chile, el “mechoneo” se ha dejado de hacer en diferentes facultades. Entre los años 2015 y 2017, esta práctica pasó de realizarse en 29 carreras a tan solo seis.
Todo este debate por erradicar los “mechoneos” en las diferentes universidades ha acuñado un nuevo término: el “mechoneo social”. Desde el año 2006 la Universidad Adolfo Ibáñez se ha sumado a esta causa y ha transformado las agresivas bienvenidas de los novatos por una invitación a realizar trabajos solidarios. En el año 2018, 1400 estudiantes de la UAI trabajaron habilitando una ciclovía para la comuna de Peñalolén.
En el caso de la Universidad San Sebastián, han decidido darle un giro al clásico “mechoneo” para impulsar bienvenidas “buena onda”. Desde hace dos años que se realizan campañas y premiaciones para conocer a los nuevos estudiantes, realizando actividades creativas e incluso talleres de emprendimiento y liderazgo.
Por su parte, en la Universidad de Viña del Mar, los nuevos alumnos del año 2017 pintaron la sede del Comité Vista Las Palmas II, construyeron un huerto urbano e iniciaron la construcción de una plaza que continuaron realizando el 2018. La Universidad Diego Portales también ha llevado adelante “mechoneos” sociales, en los que por ejemplo en el año 2016, realizaron trabajos de jardinería, pintura de muros y actividades de recreación para niños en Huechuraba.
Un “mechoneo” cultural
Una particular iniciativa surgió en la Universidad de Magallanes el año 2012. Un grupo de estudiantes de arquitectura decidió cambiar el tradicional “mechoneo” por un ritual del pueblo originario de la zona, los selk’nam u onas.
La bienvenida a los novatos consiste en que los alumnos mayores se visten con ropa rayada y máscaras, representando a los espíritus de las antigüas tribus, y les pintan la cara a los recién llegados con rayas rojas y blancas. La actividad culmina quemando papeles en una pequeña fogata que representa el fin de una etapa. De esta forma, los estudiantes generan un vínculo entre los nuevos y los más grandes, involucrando su propia identidad cultural.
Leave a Reply