“Protocolos Insuficientes: Una mirada desde las políticas institucionales”. Así se titula un estudio de Ana Luisa Muñoz-García, académica e investigadora de la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que reveló una preocupante realidad respecto a los protocolos contra el acoso sexual en las universidades chilenas.
Si bien en el 2005 se aprobó una ley contra el acoso sexual, las universidades han respondido muy lentamente: de acuerdo al informe realizado a fines de 2017, solo ocho de 60 universidades han diseñado y compartido públicamente sus protocolos a noviembre del 2017. Sin embargo, uno de ellos centró solo en los comportamientos entre los estudiantes, dejando de lado a los trabajadores, investigadores y profesores. Por lo tanto, no fue considerado.
De las siete universidades consideradas en el estudio realizado en conjunto la Dra. Liz Jackson, de la Universidad de Hong Kong, 3 son Estatales, 3 Privadas CRUCH y 1 Privada. Tres de esas universidades son regionales y cuatro se ubican en la Región Metropolitana. Todas las universidades se encuentran acreditadas y adscritas a gratuidad, y atienden al 22% de los estudiantes de pregrado de las universidades del país.
A partir de enero de 2018, se han sumado 4 universidades a este proceso de construcción de protocolos. Las 48 universidades restantes no han diseñado protocolos, y cuatro de ellos sostienen que los problemas de acoso y abuso sexual están implicados en los protocolos laborales relacionados con el orden, la higiene y la seguridad. Entre las universidades que se sabe cuentan con protocolo, aunque el estudio no lo explicita, están la U. de Chile, UC, U. Adolfo Ibáñez, U. de Talca y la Usach, entre otras.
De estas 48 universidades sin protocolos, 17 son universidades CRUCH y 31 son universidades privadas, 35 están acreditadas y 13 no acreditadas. Este numero de universidades atiende al 78% porcentaje de los estudiantes de pregrado.
Sin embargo, según la investigadora, dentro de los siete protocolos universitarios desarrollados contra el acoso sexual, se pueden identificar tres limitaciones: existe una definición limitada de acoso; los protocolos son una estrategia reactiva y no preventiva; y hay un desconocimiento del contexto de nacional violencia sexual hacia las mujeres y las lógicas de poder entretejida en la problemática.
Ella agrega que hay dos grandes problemas. “Son pocos los protocolos a nivel nacional si se comparan con otros países como Estados Unidos. Por otro lado, el tema de abuso sexual se ha naturalizado en los espacios académicos, por eso algunas universidades justifican la ausencia de estos, aludiendo a que tienen protocolos de orden, higiene y seguridad, lo que es mucho más insuficiente que un protocolo contra el acoso mal elaborado”, plantea Muñoz.
Recomendamos leer:
Protocolos Contra el Acoso Sexual en Educación Superior. Sugerencias para su elaboración. Mineduc. https://www.mineduc.cl/wp-content/uploads/sites/19/2017/09/Procolos-contra-el-acoso-sexual-en-ESUP.pdf
Educación para la Igualdad de Género. Unidad de Equidad de Género. Mineduc. http://www.mineduc.cl/wp-content/uploads/sites/19/2017/01/CartillaUEG.pdf
Fuentes:
El Mercurio, 15/05/2018.
www.eldinamo.cl, 15/05/2018.
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