Frente a la crisis financiera que enfrenta la U. Iberoamericana de Ciencias y Tecnología y que aún mantiene a algunas de sus facultades sin poder iniciar el segundo semestre por falta de docentes, el presidente de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), Alfonso Muga, se refirió a las materias que preocupan al organismo encargado de velar por la calidad en la educación superior.
“No somos un ente que se despreocupe de situaciones como ésta, una vez que la acreditación ya ha sido realizada. Por el contrario, queremos solidarizar con los estudiantes”, explica el funcionario sobre el momento que vive a la Universidad Iberoamericana que arrastra un déficit de $ 2.500 millones.
Pero no es el único plantel que preocupa por estos días a la CNA. Muga también pone en duda la viabilidad y sustentabilidad financiera y académica de la Universidad del Pacífico. “Esta es otra institución que está buscando una salida a una situación que también se le está tornando inmanejable, pero no es una entidad que está sujeta a acreditación”. La alerta surge a un mes que la misma universidad emitiera un comunicado para desmentir versiones que apuntaban a la venta del plantel.
Ayer, nuevamente, el rector de la U. del Pacífico, Gilberto Zárate, salió a respaldar a su institución, aunque reconoció que se busca inyectar nuevos recursos. “De acuerdo al calendario académico establecido, el plantel mantiene un desarrollo con absoluta normalidad de sus actividades docentes. Y con el propósito de fortalecer su desarrollo académico, de investigación y materializar sus publicaciones académicas, la universidad se encuentra hoy en búsqueda de nuevos capitales. Lo anterior se refleja en que la institución mantiene el pago de sueldos e imposiciones al día”.
U. Iberoamericana
La CNA respondió a las críticas que ha recibido por haber acreditado por dos años a la U. Iberoamericana, seis meses antes que se hiciera pública su crisis financiera. “La conclusión a la cual hemos llegado es que no hubo dolo en la presentación de antecedentes para la acreditación y que los elementos que desataron la crisis se fueron configurando después”.
De haber constatado un fraude, nosotros hubiésemos actuado y habríamos retirado la acreditación con todas las consecuencias que eso pudiese traer”, afirmó. Agregó que “hoy nuestro marco legal es insuficiente, se requiere uno distinto con una entidad pública como la de una Superintendencia de Educación Superior, que tenga la capacidad de realizar un control que la CNA no tiene”.
Fuente: La Tercera, 21/09/2017.
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