Entre las distintas casas de estudio hay coincidencia en que los futuros profesionales, donde también está la carrera de enfermería, no pueden contar solo con conocimientos cognitivos, sino que deben desarrollar la capacidad de trabajar en equipo y relacionarse con otros.
En medicina, el corte de la PSU llegó a 796 puntos el año pasado en la UC y a 756 en la UDD. En ingeniería comercial, en tanto, el último matriculado obtuvo 713 puntos en la UC y 696 en la U. de Chile. Ambas carreras, así como ingeniería civil y enfermería, son de una alta exigencia académica, pero, al mismo tiempo, con un marcado componente relacional. A la mayoría de esos alumnos les tocará en su futuro profesional trabajar en equipo, tener trato con clientes y manejar situaciones de tensión.
Frente a este escenario, las universidades han ido incorporando en sus mallas curriculares la formación de habilidades blandas, para fomentar la empatía y la capacidad de liderar de sus estudiantes, entre otras cualidades. En 2009, la Escuela de Economía y Negocios de la U. de Chile hizo varios focus group con empresarios, directivos del sector público, egresados, profesores y alumnos. “Detectamos que había cierta debilidad en esta materia; no todos los jóvenes tenían bien desarrolladas las habilidades de comunicación, por ejemplo. Por eso, en la reforma que se hizo en 2013, este tema se tomó tan en serio”, cuenta el director de la escuela, Claudio Bravo-Ortega.
En esa casa de estudios superiores, como en sus pares UDD, UAI y UC, el diagnóstico sobre la importancia de esta materia se repite: un profesional no es bueno si no cuenta con recursos de la llamada “inteligencia emocional”. “La adaptabilidad, comunicación efectiva y asertividad son y serán el factor que potenciará las habilidades cognitivas. Una formación tradicional entrega recursos necesarios, pero no suficientes para los desafíos que a un profesional le toca vivir”, destaca el director de pregrado del Departamento de Liderazgo de la UAI, Felipe Misleh.
Reprobación puede atrasar hasta un año
En general, uno de los desafíos de este mayor énfasis en las competencias blandas ha sido el que los alumnos lo valoren. “Hay que entender que el estudiante viene del colegio con un sistema pasivo, y acá no llega a escuchar una exposición, sino que a hacerla. Necesita tener un cambio de switch a lo largo de la carrera”, destaca Bravo-Ortega.
En su caso, hay tres cursos de comunicación obligatorios, pero en las demás materias se va exigiendo progresivamente un componente de habilidad relacional. Se identifican 12 niveles en la adquisición de destrezas de negociación, discernimiento ético y comunicación, entre otras, que los alumnos deben ir absorbiendo de manera sostenida en los cinco años de la carrera.
El decano de ingeniería civil de la UDD, Fernando Rojas, destaca que la actitud de los jóvenes cambia en la medida que van tomando las materias: “Algunos alumnos creen que son cursos para subir el promedio, pero luego de conocer la exigencia cambia su percepción y sobre todo su motivación. Por ejemplo, en el ramo de responsabilidad pública, los proyectos generan empatía, pues son casos reales donde no se quiere fallar a las personas a las que se ayuda”.
Según Bravo-Ortega, los alumnos se dan cuenta de la importancia de las habilidades blandas en las prácticas profesionales. “Cuando salen a la realidad, notan que puede tener el conocimiento, pero que no son capaces de conseguir su objetivo si no saben negociar o liderar un equipo”, indica.
Aunque la reprobación de los ramos enfocados a las habilidades blandas es baja, el peso que se le da a dicho escenario varía caso a caso. En medicina de la UC, por ejemplo, hay cursos específicos en los primeros tres años. Cuando entran a la carrera tienen talleres para ponerse en el lugar de los pacientes, mientras que en tercer año deben hacer el curso de entrevista médica, donde aprenden destrezas de comunicación. “En general, los ramos son anuales, por lo que repetir significa retrasar en un año su titulación”, dice la directora de pregrado de la Escuela de Medicina, Marcela Cisternas.
En enfermería de la UDD disponen de seis ramos obligatorios donde se tocan temas de comunicación y liderazgo. “Contamos con una gran cantidad de cursos que se dan en ambos semestres, lo que facilita que si el alumno reprueba un ramo, lo puede tomar al ciclo siguiente”, aclara la directora de la carrera, Claudia Pérez.
En la UAI se les identifica como ramos de formación en paralelo. “En caso de reprobar estos cursos de habilidades blandas, los otros ramos de la malla no se ven afectados o limitados para ser cursados. En todo caso, son obligatorios de ser aprobados para poder recibirse, por lo que si bien no son requisitos de avance, lo son para el egreso”, concluye Misleh.
Aprender a comunicar las malas noticias
En las carreras relacionadas con la salud, el trato con el paciente es un elemento central en la formación. En Medicina UC, por ejemplo, desde el tercer año hacia adelante, en todos los cursos clínicos se evalúan aspectos como la forma de saludar a la persona, el respeto que muestra al realizar la entrevista y cómo se maneja la confidencialidad de la información médica.
En la UDD tienen un curso obligatorio de comunicación en salud. “Ahí se enseña a dar malas noticias, se perfecciona la toma de la historia clínica y la relación que se tiene con el paciente en las diferentes circunstancias”, destaca el decano de la Facultad de Medicina de Clínica Alemana Santiago-UDD, Ricardo Ronco.
Enfermería de la UC cuenta con 8 cursos de formación general que incluyen desarrollo de habilidades blandas. En el ramo Proceso de Ayuda Interpersonal, por ejemplo, analizan la ayuda que representa la enfermería y todo lo relacionado con la interacción para prestarla. “Ahí comprenden los factores que influyen en la relación de la enfermera con las personas enfermas, familias y otros miembros del equipo de trabajo, y se ejercitan el desarrollo de la empatía, congruencia y escucha activa”, dice la directora de pregrado de la Escuela de Enfermería UC, Luz María Herrera.
Por otro lado, en la facultad de Ciencias Económicas y Administrativas UC, los alumnos eligen un curso relacionado con la entrega de habilidades blandas, entre los que están Inteligencia Emocional y Liderazgo Valórico. “Desde 2010 se exige como mínimo un ramo optativo en esta área, como requisito dentro del currículo”, dice la subdirectora de Asuntos Estudiantiles, Nora Cáceres.
Fuente: Economía y Negocios, El Mercurio, marzo 2017.
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